Ante la falta de compradores, la Plataforma de Afectados por la Nueva Ley del Taxi de Valencia ha pedido una moratoria para las licencias que deben ser vendidas antes del 11 de julio. Denuncian además la “inflexibilidad” en la regulación, que impone tres días de descanso semanales.
“No tenemos compradores y no vamos a conseguirlos antes de julio. Las personas que se habían decidido a comprar una licencia han dado marcha atrás ante la incertidumbre generalizada de no saber si podremos salir de esta recesión económica, cuándo será el día y quién sobrevivirá a ella”, explica Isabel Segura, presidenta de la Plataforma. “Si no se retrasan los plazos, vamos a perder nuestros taxis, pero curiosamente vamos a tener que reincorporar seis meses a los trabajadores acogidos a un ERTE, pero sin coche para conducirlo”, añade.
La Plataforma critica también la nueva regulación del taxi, ahora que ha finalizado la desescalada, que les obliga a descansar un día más a la semana, pasando de los dos actuales a tres. Un “castigo” según Segura, que busca, en su opinión, “que el taxista reviente y tire la toalla”.
Lamenta que a pesar de la complicada situación del taxista, la Generalitat no haya destinado ni un euro al taxi de los 3 millones con los que ayudará al transporte en Valencia y denuncia que, además de todo lo anterior, muchos compañeros estén siendo multados por no tener al día la tarjeta de transporte o no haber pasado la ITV. “Es indignante esta burla hacia un sector serio, comprometido, que se ha volcado estos meses, sin dudarlo y que ya no puede más”.
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